ARTURO QUINTERO

La serie Cinetismo Metálico (CM) de Arturo Quintero esta conformada por un conjunto de obras bidimensionales en las que domina una expresa voluntad abstraccionista,  su formalidad se basa en una reiterada disposición de monedas de distinta denominación y procedencia, siguiendo direcciones y orientaciones predeterminadas con el propósito de crear formas perceptivamente interesantes, a partir de los efectos ópticos que crean las piezas de metal. 

En su conjunto, las obras explotan la serialidad como recurso estético, por tanto, se inscriben dentro de ese amplio espacio de investigación que ha caracterizado el trabajo de una buena parte de los artistas constructivistas a lo largo de la segunda mitad del siglo XX. El arte serial resulta como una de las tantas consecuencias que para la plástica moderna y contemporánea tendrían las vanguardias históricas; entre ellas, la conceptualización del espacio como hecho plástico abrió un  extenso campo de posibilidades a las valores matemáticos y geométricos como soportes teóricos e intelectuales del hecho artístico. Por otra parte, la geometría y el orden se convierten en demostración del desinterés de los creadores por los componentes afectivos dentro del objeto artístico. 

Enfocada en esta visión del arte, la propuesta de Quintero se estructura a partir del cuadrado, forma representativa de todas las búsquedas de estirpe constructivista, esta introduce regularidad y equilibrio, y, por encima de todas estas categorizaciones, se ofrece como un escenario neutral frente a los componentes plásticos que la acompañan, sean estos cromáticos o formales. Así, en las obras de Quintero se comporta como un soporte propicio para la consecución de los ritmos y tensiones que crean las monedas. 

En CM 002, el ámbito delimitado por las monedas, que ocupa la casi totalidad del soporte, se divide en campos o cuarteles que repiten un patrón de ordenación ortogonal de las piezas de metal, el cual crea direcciones y formas cercanas a lo circular, referencias no muy lejanas a las indagatorias realizadas por Víctor Vasarely en algunas de sus obras múltiples. En los límites de la figura la ortogonalidad del cuadrado se recupera, reinterpretándose entonces como principio ordenador de la obra.

En CM 010 “Por real y Medio”, se evidencia la intención de crear un dinamismo mediante el uso de las diagonales como direcciones fundamentales, a partir de esta orientación las monedas van cambiando de posición, generando una estructura lineal al interior de los cuatro compartimientos que desdibuja la regularidad ortogonal. Si embargo, a pesar que el contorno de la figura se hace impreciso la “reconstrucción” mental de la misma es más efectiva que en otras piezas. En CM 011 y 12  “Euros I y II” — planteamiento semejante a CM 002 —  las monedas dispuestas a partir de una doble axialidad horizontal-vertical crea dieciséis espacios que repiten desde el centro y hacia los extremos una rotación particular, podría decirse que ondulada, la cual  termina por desestabilizar la geometría original de la obra. El resultado, una forma constituida por una sumatoria de fragmentos que reinterpreta la estructuración del cuadrado.

La propuesta de Quintero, en sintonía con la mayoría de las vertientes contemporáneas, apunta a la revisión interesada de la Modernidad. Es evidente la intención de problematización de los lenguajes emblemáticos del pasado reciente, del replanteamiento de los significados, orientados más que a los conceptos, a la forma. Hablaríamos entonces de un neo-cinetismo formalista del que no está ausente una velada carga de ironía.

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FREDDY CARREÑO
Septiembre de 2007